¡Hola! Por fin damos por finalizada la época navideña y es hora de emepzar a llevar a cabo todos los propósitos que nos hemos hecho. Personalmente, me he propuesto ser más organizada (sobre todo con el orden en casa) y empezar otra vez con la rutina de deporte que tanto bien me hace. Además, espero contagiársela un poco al Sr. V, que hacer deporte en pareja siempre es más entretenido. Pero a lo que vamos, la receta de hoy: batido de invierno.
Me hubiera gustado llamar a este post “cómo volver a la normalidad después de dos semanas de comilonas navideñas”, pero igual no se entendía mucho el mensaje, jeje. Además, no es que haya sido yo de las que se han puesto las botas a todas horas, aunque reconozco que he pecado en el momento del postre sobre todo.
Este batido es el resultado de una cena copiosa y una mañana con ganas de fruta. Es cierto que prefiero comer la fruta a mordiscos pero hay veces que se nos olvidan piezas en el frutero y acaban demasiado maduras como para eso, así que, batido de invierno al canto y que ¡viva la cocina de aprovechamiento!
Ingredientes
- 1 pera
- Unos trozos de piña
- 1 trozo de jengibre fresco de 1cm de grosor
- 2 mandarinas
- 1 plátano
Elaboración
- Lava la pera muy bien (a no ser que prefieras pelarla – hay veces que la piel es algo arenosa y da una textura rara al batido, así que tú decides) y pela el resto de frutas.
- Corta un cacho de jengibre como de 1cm de grosor y pélalo también.
- Bate todos los ingredientes. Si vez que está muy denso puedes echarle un poco de agua, agua de coco o leche de avena. Y si quieres darle un toque más protéico añádele yogur natural sin azucarar. Tendrás un súper desayuno listo en un momento.
Como ves la receta más fácil y sencilla no puede ser y como no, puedes cambiar las frutas a tu antojo. La idea es aprovechar todas esas piezas que se quedan bailando en el frigorífico y el frutero y que da pereza comerlas. Aquí no se tira nada 🙂
Espero que hayas empezado el año genial y que cumplas todos los propósitos que tienes en mente.
¡Feliz día!